La compensación adecuada

Conexión Interior-Ps. Francisco Carmona - A podcast by Francisco Carmona Romero

Con mucha frecuencia encuentro personas que no logran alcanzar lo que desean. Muchos libros de espiritualidad afirman que, “antes de elevar una petición al cielo debemos mira si lo que pedimos está en consonancia con nuestra vida”. Otros autores, afirman: “la Fuente de la que provenimos y de la que provienen, en esencia todas las cosas, es abundante y está dispuesta a compartir con nosotros su abundancia, solo necesitamos tomar”.  Viene la pregunta: ¿entonces, porque no suceden las cosas que deseamos? La respuesta de estos autores es: porque en tu corazón están habitando fuerzas contrarias a la fuerza mayor que habita en la Fuente. Éstas fuerzas te impiden, te inmovilizan, te roban la fuerza que necesitas para tomar la abundancia de la Vida”. Así es, encontramos testimonios de personas que han superado la rabia, la tristeza y el miedo y vieron su vida convertirse en un manantial de abundancia de aquello que deseaban que estuviera presente en sus vidas. Otra explicación a la pregunta: ¿por qué no logro lo que anhelo y pido para mi vida?, es: estamos implicados en dinámicas familiares y podemos estar ahí, usurpando un lugar que no nos corresponde por lealtad, compensación, expiación o sacrificio. ¿Quién de nosotros no está dispuesto a hacer algo por sus padres? La respuesta es todos, aunque hayamos tenido como padres los seres más aborrecidos de la tierra, todos estamos dispuesto a hacer algo por ellos. Algunas veces, de manera consciente y, la mayoría de las veces, inconscientemente. Cuando llegamos al fondo, nos damos cuenta que estamos implicados en el destino de nuestros padres y, sin darnos cuenta, estamos haciendo cosas por salvarlos de la tristeza, del abandono, de la injusticia, de la humillación, del rechazo, de la traición, etc.  En nuestra alma, consciente o inconscientemente, siempre hay un deseo de compensar a nuestros padres. De esa forma, en nuestro ser profundo, podemos tener los padres que anhelamos, que queremos. Si estamos percibiendo a “nuestros padres como malos” podemos llegar hasta el extremo de hacer cosas que evidencien que son buenos. Una forma de tener una buena madre es, haciendo que vaya de visita a la cárcel; otra, haciendo que sufra y pida ayuda para sacar al hijo de una dificultad seria. Un hijo puede tener a su padre a través de la adicción, si el padre es adicto, el hijo se sentirá igual a su padres y, de esa forma lo tiene. Mencioné situaciones dolorosas porque son las que generan motivos de consulta; son muy pocas las personas que acuden al terapeuta por higiene espiritual, psíquica o, mental. Todos los sistemas se mantienen vivos y creciendo gracias a la fuerza de la interacción. En la medida que la interacción es justa el amor comienza a alimentar el sistema. ¿Qué quiere decir? Cuando un trabajador da lo mejor de sí y siente que el salario que recibe a cambio es justo. El deseo de continuar en esa empresa se mantiene.  En cambio, si el trabajador no da lo mejor de sí pero la empresa le da un salario justo se termina creando “deuda” y alguno de los dos rompe la relación. También sucede en caso contrario, el trabajador da lo mejor de sí y la empresa retribuye con un salario injusto. El tema de la justicia en la psicología sistémica está en relación con el buen trato, el que permite crear armonía y bienestar. Según lo anterior, podemos decir que el amor es la fuerza que guía un sistema cuando hay un intercambio equilibrado; es decir, lo que se da está en consonancia con lo que se recibe y lo que se recibe corresponde a lo que se da. Recordémoslas lo siguiente: “en una relación lo que puede expresar equilibro puede ser la causa que rompe el equilibrio en otra.... 

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