No percibo lo que me conviene
Conexión Interior-Ps. Francisco Carmona - A podcast by Francisco Carmona Romero

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Un hombre siente que la situación económica se puso difícil. Se desespera. No encuentra salida. Se siente abandonado. En su interior piensa: si me hubiesen prestado mayor atención y cuidado en la niñez no estaría pasando por esta situación. Se conecta con el abandono y comienza a beber. La madre al ver el estado de su hijo sufre y le recomienda, por todos los medios posibles, que salga de ese estado. El hijo escucha y hace caso omiso. Su dolor y su deseo de recibir lo que cree que le falta es más grande que las peticiones de su madre Un día, el hombre, en medio de la borrachera, se dirige a la casa de su madre y la insulta, le reprocha no haber estado ahí cuando el sufría. La madre no entiende el reclamo. Ella ha estado trabajando para que el hijo pueda tener techo, estudio, salud, entre otras cosas. Para el hijo nada de eso es importante. El siente, en lo profundo, que la madre no tuvo tiempo para llevarlo al parque a jugar. Eso es lo que el deseaba. Ahora siente que la situación económica es difícil porque su madre nunca le prestó atención. Madre e hijo se enredan en la dinámica del reproche. Cada palabra e intento de la madre se convierten para el hijo en la demostración del abandono. Ahora que la madre lo ve mal si se preocupa, antes no. A través del alcohol logro la atención que su alma de niño extrañaba. La madre, aunque no quiere, vive pendiente de él. Ambos quieren salir de ahí pero hay algo que no ven. Todo lo que vivimos está orientado a terminar bien. Un hombre entra a la cárcel y, en su corazón, guarda la esperanza de salir libre algún día. Una mujer termina una relación matrimonial y, después de reponerse, sabe que es posible una relación diferente. Lo anterior, nos muestra que, ninguno de nosotros está destinado a permanecer para siempre en el sufrimiento. El desenlace de las cosas que vivimos siempre es bueno. Encontrar la forma de ver lo que nos conviene, lo que nos ayuda a salir de la oscuridad es, una tarea tan simple como difícil. A veces, me quedó impresionado de lo tercos que somos para superar las dificultades, no logramos ver lo que nos conviene. En muchas ocasiones, somos más persistentes en la dificultad que en la solución. Lo que más nos determina en las situaciones que vivimos es la forma cómo miramos lo que nos pasa. El reproche, el juicio, el temor a perder la buena imagen nos impide ver lo que más nos conviene hacer para avanzar en el camino de la felicidad. Solo cuando nos despojamos de nuestra creencia de ser especiales o, inocentes podemos encontrar y ver lo que nos conviene, lo que nos lleva a resolver lo difícil que hay en la experiencia que estamos viviendo. Nuestra mente, desde niños, se ha especializado en ver más el conflicto en el logro de las metas que lo conveniente. Hoy, lo pude ver con claridad. Una niña había dejado una ropa donde una tía desde hace varios meses. El Papá pasa por la casa de la tía y recoge la ropa. Al llegar a su casa, deja la bolsa en una silla. Cuando la niña ve la bolsa se pone a llorar. Su primer acercamiento a la realidad fue juzgarla negativamente. Llorando pregunta: ¿por qué mi ropa esta en una bolsa, la van a regalar? Cuando el papá le explica que es la ropa que estaba donde la tía y que ahora la va a poder usar más frecuentemente se calma. Cuando comprende que lo que esta viendo es para su bien, sonríe y cambia de actitud. Cuando juzgamos negativamente la realidad dejamos de ver lo que nos conviene.