Veo lo que decido ver

Conexión Interior-Ps. Francisco Carmona - A podcast by Francisco Carmona Romero

Hoy, ponemos la atención en el significado de la palabra ver. El diccionario la define como la capacidad de observar o, centrar la atención en algo. En la psicología sistémica de Bert Hellinger, la palabra ver o mirar es la más utilizada. A veces, no logramos lo que deseamos porque nuestra atención está puesta en algo diferente a lo que decimos que es nuestro objetivo. Por ejemplo, un hombre nos dice: quiero ganarme la lotería. Cuando observamos a donde se dirige la atención nos encontramos que está puesta en las palabras de uno de sus progenitores que decía: “el que apuesta por necesidad, pierde por obligación”. Según lo anterior, no mira la lotería sino a ese padre y a sus palabras. Cuando decido ponerle nombre a esta reflexión: veo lo que decido ver estoy mirando a esa realidad profunda que dice: las cosas son como son y no como las estoy viendo. En muchas ocasiones, nuestra atención está en un lugar muy diferente a donde decimos que está nuestra intención. Atención e intención se sabotean mutuamente la mayoría de las veces. Hace algunos días, publicaron en las redes sociales, una fotografía  donde aparecía una gran piedra uniendo los dos extremos de un abismo. De un lado, había una persona que decía: pusieron un obstáculo. Del otro lado, también estaba otra persona, ésta se decía a sí misma: construyeron un puente. Cada uno vio lo que decidió ver. De lo que uno decide ver nacen los conflictos o, las soluciones; también nacen los sufrimientos o, las alegrías.  El evangelio insiste, una y otra vez, que sólo un corazón limpio logra ver a Dios. ¿Qué significa eso? La pureza del corazón hace referencia a la capacidad del sujeto de estar presente en el aquí y ahora porque ha dejado el pasado en el lugar que le corresponde. Mientras alberguemos reproches, dudas, incertidumbre y sufrimiento nuestro corazón está manchado. En consecuencia, verá lo que decide ver; es decir, lo que su impureza le muestra Hace algunos años, encontré un texto en el libro “psicología y cura de almas” de Bert Hellinger la siguiente historia: “un hombre, en sueños, oyó una noche la voz de Dios, diciendo: Levántate, toma a tu hijo, tu único y bienamado, llévalo al monte que te señalaré, y allí ofrécemelo en holocausto. Por la mañana, el hombre se levantó, miró a su hijo, su único y bienamado, miró a su mujer, la madre del niño, y miró a su Dios. Cogió al niño, lo llevó al monte, construyó un altar, le ató las manos y sacó el cuchillo para sacrificarlo. Pero en ese momento oyó otra voz, y en lugar de su hijo sacrificó un cordero. ¿Cómo mira el hijo al padre? ¿Cómo el padre al hijo? ¿Cómo la mujer al hombre? ¿Cómo el hombre a la mujer? ¿Cómo miran ellos a Dios? ¿Y cómo los mira Dios a ellos?También otro hombre, por la noche, oyó en sueños la voz de Dios, diciendo: Levántate, toma a tu hijo, tu único y bienamado, llévalo al monte que te señalaré, y allí ofrécemelo en holocausto. Por la mañana, el hombre se levantó, miró a su hijo, su único y bienamado, miró a su mujer, la madre del niño, y miró a su Dios. Y le respondió, cara a cara: No lo haré! ¿Cómo mira el hijo al padre? ¿Cómo el padre al hijo? ¿Cómo la mujer al hombre? ¿Cómo el hombre a la mujer? ¿Cómo miran ellos a Dios? Y cómo los mira Dios a ellos? De la mirada, de lo que es importante para el corazón, nacen las respuestas que damos y, también, se puede reconocer el lugar que cada uno tiene en la relación que tenemos. Es impresionante constatar que, lo importante no es lo que sucede, sino la forma cómo es visto. Cada uno ve lo que decide o, cree ver. Para comprobarlo, basta escuchar el relato de dos personas envueltas en una situación. Bien dicen que, una cosa es la historia contada por Caperucita y, otra bien distinta, la narrada por el lobo. Considerar siempre cómo se esta mirando la vida es importante para tomar decisiones acertadas.

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