Vivir en el mundo que inventamos

Conexión Interior-Ps. Francisco Carmona - A podcast by Francisco Carmona Romero

Hace algunos días, trajeron a consulta a un joven con esquizofrenia. Etimológicamente la palabra esquizofrenia proviene del griego Skhizein que significa separar, dividir y Phren: entrañas, mente, alma. El esquizofrénico es una persona que se ha dividido internamente para protegerse de un dolor propio o, del sistema familiar que no se logra integrar. Como dice la psicología social, el esquizofrénico es el portador del síntoma de la familia. A través del sufrimiento la familia puede reconocer lo que no se atrevió a mirar amorosamente y se dedico a negar porque le resultaba doloroso. Cuando preguntó a la madre del joven ¿qué pasó? dice: no sé. En el corazón sentí que la madre estaba negando y que el hijo le estaba mostrando un dolor y una rabia inmensa. Entonces, me di cuenta que el hijo a través de la enfermedad estaba haciendo algo por salvar a la madre a costa de su integridad psíquica. Si ella vive preocupada por el hijo, no tiene tiempo para sentir su dolor. Ambos, madre e hijo construyeron un mundo donde estar a salvo del drama que la separación y divorcio de la pareja dejó en el alma de ambos. Dice un maestro del curso de milagros: “Si analizamos todo cuanto nos ocurre en nuestras vidas, si prestamos atención a ese mensaje que nos llega desde el exterior y que interpretamos como algo ajeno a nosotros mismos, vemos que en realidad es, nuestra mente la que aporta una interpretación u otra. Con ello, debemos ser consciente de que somos nosotros los que damos valor a las cosas y ese valor no está en aquello que nos llega”. La enfermedad es, en este caso, la consecuencia lógica de una interpretación equivocada de una realidad. Cuando preguntó a la madre ¿en qué se parece el hijo al padre? me contesta: “siempre he considerado que mi hijo es un ser especial”. ¿Qué lo hace especial?, pregunté de nuevo. Confieso que la respuesta me dejó desconcertado. ´”Mi hijo es especial porque no tiene papá”. ¿Cómo hizo para engendrarlo? Contestó: es solo mi hijo, él no tiene papá. entonces, comprendí que, como muchas mujeres, esta madre tiene en su corazón un dolor muy profundo producto de la relación de pareja que había vivido. La madre se había inventado para ella y para su hijo un mundo donde vivir sin dolor. En ese mundo, estaban protegidos del dolor y de la separación. El padre del niño se había marchado de la casa cuando este tenía dos años y nunca haba regresado. Dice Bert Hellinger: “si disfrutamos a nuestra madre tal como es, disfrutamos nuestro cuerpo tal como es. Si rechazamos nuestra madre también rechazamos nuestro cuerpo” del mismo modo, podríamos decir: si disfrutamos a nuestro padre tal como es, disfrutamos nuestro pensamiento y capacidad de razonar lógicamente. Si rechazamos a nuestro padre también rechazamos nuestra mente y nuestro espíritu. Sin saberlo, la madre al negar al padre, había abierto la puerta de la división y de la esquizofrenia para su hijo. Continua enseñando el curso de milagros: “nuestra mente asocia un significado a aquello que percibe en el exterior y responde a ello con una gran influencia cultural. Desde pequeños aprendemos a dar un significado a las cosas y crecemos con esa visión hasta que decidimos cambiar su sentido. Pero ese significado nuevo, el cual interpretamos como un avance en nuestras vidas, estará, igualmente, fundamentado en el error”. En este caso concreto, el joven lleva consigo la interpretación errónea de la madre. Si no hay padre tampoco hay mente. El mundo creado por el rencor, la ira y los deseos de venganza crean un mundo sin significado y la única posibilidad de vivir en este mundo solo es posible a través de la enfermedad mental. Un pensamiento sin significado, enseña el curso de milagros, crea un mundo sin significado. Nuestros pensamientos son imágenes que nosotros hemos fabricado. El esquizofrénico vive en un mundo de imágenes que le atormentan el alma porque no son conocidas por él en el mundo real.

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